Las Rotondas como Elemento Regulador de Tránsito
Por Andrés Villaseca
En su definición típica, “Una rotonda, también conocida como glorieta, rotonda de tráfico o circunvalación, es una intersección vial circular en la que el tráfico fluye en una dirección única alrededor de un punto central. Estas infraestructuras se utilizan para gestionar el flujo de tráfico y mejorar la seguridad vial.
Las rotondas son comunes en muchos países y se han utilizado durante décadas como una alternativa a los cruces de tráfico tradicionales, como los semáforos o las intersecciones en forma de T. La principal ventaja de las rotondas es que eliminan los conflictos de tráfico frontal y reducen los accidentes graves, ya que los vehículos circulan en la misma dirección y a velocidades más bajas.
En una rotonda, los vehículos que se acercan deben ceder el paso a los que ya están dentro de la rotonda. Generalmente, hay señales de tráfico y marcas en el pavimento para guiar a los conductores y garantizar una circulación segura. En algunos casos, las rotondas también pueden tener semáforos para controlar el flujo de tráfico en horas punta.
Las rotondas pueden variar en tamaño, desde pequeñas rotondas que solo permiten el giro a la derecha, hasta rotondas más grandes con múltiples carriles y salidas. Algunas rotondas también pueden tener carriles exclusivos para bicicletas o peatones.
En resumen, las rotondas son intersecciones viales circulares diseñadas para mejorar la seguridad vial y gestionar el flujo de tráfico de manera eficiente. Son una alternativa común a los cruces de tráfico tradicionales y se utilizan en muchos países en todo el mundo.”
La pregunta es evidente, porqué si las rotondas son percibidas en gran parte del mundo como elementos eficientes de control de tránsito, en Chile han sido tan cuestionadas por una mayoritaria proporción de usuarios ¿????
La respuesta es bastante sencilla y es que si bien las rotondas son muy eficientes, requieren habilidades de manejo, que en promedio los automovilistas en Chile no tienen. Son necesarias destrezas en tiempos de reacción y conocimientos de la manera correcta de intercambio de pistas de circulación, que no son enseñados en las escuelas de manejo y menos se pueden adquirir sin guía de un instructor.
Además de la reducción de su capacidad teórica de una rotonda por malas prácticas de manejo, otro aspecto muy relevante y que incide de manera gravitante en la operación deficiente de estos dispositivos, es que son expuestas a flujos superiores a sus capacidades de diseño y en donde soluciones del tipo desnivel funcionarían mejor, aunque a costos sideralmente distintos.
El tercer aspecto que incide en la operación de las rotondas, es su diseño geométrico, el que presenta aspectos bastante singulares y en donde claramente en Chile no existe experiencia para abordarlos adecuadamente. Muchas rotondas se han implementado sin tener en cuenta los espacios físicos necesarios para su desarrollo y en esas circunstancias, es normal que no operen de buena manera.
En resumen, las rotondas son una gran solución si se utilizan en los rangos de flujo vehicular en donde son eficientes y además presenten un diseño geométrico adecuado. En estas condiciones su uso es absolutamente recomendable.